El juego de la muerte consiste en un falso reality show francés en donde los participantes debían torturar a una persona con descargas eléctricas si fallaba las preguntas que ellos iban haciendo. La persona torturada era un actor a la que el participante no podía ver mientras concursaba y por tanto simulaba el dolor. El objetivo del programa era evaluar la capacidad de desobediencia de las personas a órdenes dadas con la autoridad de la televisión y por tanto medir la influencia de la televisión en los valores éticos de las personas. Este es el documental que se hizo sobre el experimento:
Los resultados fueron sorprendentes ya que el 81% de los participantes mostraron obediencia al programa y por tanto torturaron al actor hasta el final y el público que tampoco sabía que el programa era una farsa también se mostró sumiso a las exigencias del programa e incluso animó a los participantes a que siguieran torturando al actor.
Bajo mi punto de vista este experimento no es que refleje una gran maldad en las personas sino que refleja que las personas nos dejamos influenciar muy fácilmente por ciertos factores como puede ser por ejemplo la obediencia ciega a una autoridad como es el propio programa y el poder de la manipulación que la televisión tiene sobre las personas, además de la presión que ejerce el público.
Y como última reflexión me parece que el programa también quiere hacer pensar a las personas que en ocasiones se ven obligadas por una autoridad a tomar decisiones injustas que quizá no tomarían en otras circunstancias.
domingo, 29 de diciembre de 2013
lunes, 18 de noviembre de 2013
¿Quién o qué soy yo?
Esta pregunta está planteada desde
el comienzo de la historia y sin embargo, a día de hoy, nadie ha encontrado una
respuesta a ella con la que todos podamos estar de acuerdo. Las primeras tesis
surgieron con la religión y posteriormente, aparecieron más tesis gracias a la
filosofía y a la ciencia. Está claro que esta pregunta es una pregunta ética
que busca que tengamos una mejor vida gracias a responderla acertadamente.
Partiendo de la base de que no hay ninguna respuesta con la que todos podamos
estar de acuerdo y que sea certera, si que podemos destacar alguna por encima
de otra e incluso señalar algunas de ellas como las que más se pueden acercar a
la respuesta correcta desde mi punto de vista.
Heidegger |
Estas respuestas a las que me refiero que veo más
acertadas, son las relacionadas con la tesis que defiende que lo realmente
importante no es que preguntemos por la esencia o naturaleza del hombre; todo
intento de pensar lo que somos buscando una manera común de ser para todas las
personas es engañosa. Cada persona es un ser único y no podemos ser reductibles
a una consideración común. Esta tesis es defendida por los existencialistas.
Uno de los filósofos que defendían esta tesis era Heidegger que explicaba
nuestra existencia basándose en varios puntos. Decía que existimos en un mundo
que no hemos elegido pero en el que estábamos marcados por varias
circunstancias que nos constituyen. También decía que estamos en un proyecto
dado y es que aunque tengamos la capacidad de realizar varias posibilidades y
de tomar algunas decisiones, nos encontramos en un modelo (proyecto) que
determina el tipo de elecciones que podemos hacer. Además, estamos obligados a
tomar decisiones e incluso yo añado que muchas veces las tomamos
inconscientemente pero está claro que estamos tomando decisiones constantemente
para hacer todo lo hacemos día a día. Los hombres estamos obligados constantemente a elegir que hacer pero aún
así, ninguna de estas elecciones son definitivas ni obligatorias por lo que,
una elección no nos marca para toda la vida por muy importante que sea ya que
no sería definitiva. Sin embargo, un ejemplo de un ser que está marcado desde
el primer momento es el animal que no tiene capacidad de decir y su vida esta
prefijada por los instintos desde que nace. Lo único que es irrevocable en la
vida del hombre es la muerte ya que a todo el mundo le llega.
Sartre |
Otro filósofo con el que comparto ideas es Sartre, ya que
opino que los seres nos vamos formando a lo largo de nuestras vidas y ya que
podemos elegir entre distintas alternativas para formarnos, somos seres libres.
Además cada vez que tomamos una decisión, elegimos lo que nos pasara en el
futuro y por tanto somos responsables de esas emociones y esos sentimientos que
tenemos al haber tomado la decisión ya que, aunque en la mayoría de ocasiones
de manera inconsciente, elegimos las emociones que tenemos por nuestras
acciones. Esta libertad y responsabilidad de nuestras emociones puede provocar
angustia existencial ya que no podemos renunciar a esta libertad y en muchas
ocasiones no sabemos elegir por el miedo a las emociones que tendremos
dependiendo de nuestra elección.
Siguiendo estas ideas, estoy en contra de filósofos como Freud que
opinan que no somos libres ya que actuamos por instintos inconscientes. Si no
fuéramos libres, tampoco existiría responsabilidad moral ya que todo lo que
hacemos es por instintos y por tanto las personas que cometieran atentados, por
ejemplo, no serían culpables de nada ya que actuarían por obligación como decía
Kant.
También estoy en contra de las ideas de Hobbes que decía que los hombres
no somos distintos de los animales ya que nuestro comportamiento es el resultado
de estímulos y respuestas mecánicas. Estoy en contra esta idea, además de por
el argumento de antes, es decir, que si fuéramos el resultado de estímulos y
respuestas mecánicas no existiría responsabilidad moral y nadie sería culpable
de nada, porque si fuéramos animales estaríamos marcados por nuestros instintos
y no podríamos elegir nada en nuestra vida. Todos seríamos iguales. Lo que me
parece incorrecto ya que creo que en la vida podemos tomar decisiones que nos
van formando y nadie es igual a nadie.
En conclusión, a la pregunta de: ¿Quién o que soy yo?, mi
respuesta es que no se puede hacer una consideración común de que somos las
personas ya que cada persona es diferente y cada una está formada según las
decisiones que haya tomado durante su vida. Estas decisiones son libres y las
estamos tomando continuamente pero en ningún momento son decisivas ni
obligatorias. El único concepto en la vida que es inevitable y es
definitivo es la muerte.
Fuente: Cuaderno "¿Quién o qué soy yo?"
Fuente: Cuaderno "¿Quién o qué soy yo?"
jueves, 31 de octubre de 2013
El mito del rey Midas
Midas en la mitología griega fue un rey de Frigia (antigua región de Asia Menor). Poseía una gran fortuna y vivía en un lujoso palacio, con un hermoso jardín de rosas. Midas, tenía una hija de nombre Zoe, a la que amaba profundamente.
Lo que a él lo hacía sentirse muy feliz era la posesión de oro. Siempre contaba sus monedas de oro por diversión. Un día el dios de la celebración Dionisio llegò a Frigia, acompañado por Silenio (dios menor de la embriaguez). Por su largo camino, éstos estaban muy cansados y se quedaron dormidos en el jardín de rosas. Midas los reconoció y los invitó a permanecer un tiempo en su palacio.
Dionisio, agradecido por su amabilidad, le dijo que le cumpliría cualquier deseo, a lo cual Midas respondió “deseo que todo lo que yo toque se convierta en oro”. Entonces Dionisio le concedió ese deseo.
A la mañana siguiente, el rey Midas se despertó entusiasmado para comprobar si su deseo se había vuelto realidad. Extendió los brazos tocando una mesita que de inmediato se transformó en oro. Corrió por todo su palacio tocando todos los objetos que tenía a su paso, que se iban convirtiendo en oro. Midas estaba muy feliz.
Pero al momento de desayunar no podía comer o beber ya que todo se transformaba en oro. Entonces, él comenzó a llorar. Su hija, al oírlo se acercò a consolarlo y al querer abrazarlo se convirtió en oro.
Midas, desesperado, le suplicó a Dionisio que le quitara el poder de transformar todo en oro.
Dionisio, conmovido, le dijo que la única forma de revertirlo era que se lavara las manos en el río Pactolo. Mientras hacía ésto Midas observó que una infinidad de pepitas de oro se acumulaban en el río después, tomó un recipiente que llenó de agua y la vertió sobre su hija la cual volvió a la normalidad.
El rey Midas, para celebrar que su hija estaba bien, obsequió todas sus posesiones materiales, y se fue a vivir a una cabaña junto a su hija y sus rosas, sintiéndose muy feliz por el tesoro que tenía que era el amor de su hija.
Este mito nos hace pensar sobre las consecuencias que tiene que nuestra vida este solamente destinada a cumplir nuestros deseos como el rey Midas que solo buscaba tener mucho oro aunque por suerte se dio cuenta a tiempo de su error y pudo recuperar a su hija.
Hoy en día ese oro puede ser el dinero, los lujos, etc. y si nos obsesionamos demasiado por ellos nos puede llevar a un estado de egoísmo ya que cada vez queremos tener mas e incluso nos puede llevar a cometer muchos errores por obtener más de esas riquezas.
Es importante saber identificar cual es la verdadera felicidad que en la mayoría de ocasiones no se encuentra en la riqueza, si no en otros aspectos de la vida mucho mas sencillos.
Fuentes:
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